PEREDA Y YO I Sintiéndome abandonado por mi memoria, la llamo, la interrogo en esta forma: —Ven aquí, memoria mía, auxiliar solícita de mi pensamiento. ¿Por qué me abandonas? ¿Duermes, estás distraída? —El distraído eres tú. Años ha que estás engolfado en la tarea de fingir caracteres y sucesos. Apenas terminas una novela, empiezas […]