Creo que fué Wieland quien dijo que los pensamientos de los hombres valen más que sus acciones, y las buenas novelas más que el génerohumano. Podrá esto no ser verdad; pero es hermoso y consolador. Ciertamente, parece que nos ennoblecemos trasladándonos de este mundo al otro, de la realidad en que somos tan malos á la ficción en que valemos más que aquí, y véase por qué, cuando un cristiano adquiere el hábito de pasar fácilmente á mejor vida, inventando personas y tejiendo sucesos á imagen de los de por acá, le cuesta no poco trabajo volver á este mundo.