En el ancho arco de entrada a la capilla de San Juan y Santa Catalina y en el grueso del muro, a uno y otro costado, se hallan dos hermosas estarnas yacentes, representando la de la derecha a D.ª Sancha Vázquez y la de la izquierda a su esposo D. Martín Vázquez de Sosa, abuelos de D. Femando de Arce, obispo de Canarias, que fue el que mandó labrar ambas esculturas. La primera se encuentra colocada en un nicho de 1,90 metros de alto, 2,10 de ancho y 0,55 de fondo, y la segunda, que en un principio debió estar en otro nicho semejante, se encuentra hoy adherida al muro por la espalda, tal vez porque al construirse la girola actual y estrecharse este muro se hiciese necesaria esta violenta disposición.
Martín Vázquez de Arce
Sepulcro de D. Fernando de Arce, obispo de Canarias
Ya he dicho, al ocuparme del sepulcro de D. Martín Vázquez de Arce y los de sus padres y abuelos, que creo que aquí en Sigüenza hay un grupo de obras de muchísimo interés, no sólo por su inspiración y su belleza, sino por marcar paso a paso y con perfecta claridad todo el proceso de la evolución de una escuela que, partiendo del gótico florido, va a terminar en el primer plateresco.
Sepulcro de don Martín Vázquez de Arce (el Doncel de Sigüenza)
Esta es la celebrada estatua de D. Martín Vázquez de Arce, seguramente la más hermosa entre todas las que encierra la catedral de Sigüenza, y una de las más sentidas, más inspiradas y más delicadamente bellas de cuantas ha producido el arte de Castilla en toda su historia, pudiendo soportar ventajosamente la comparación con las mejores creaciones de la plástica cristiana universal.