Este sepulcro es sencillamente un hueco o excavación que se ha abierto en el muro del presbiterio, frente al del cardenal de San Eustaquio, pero mucho más alto, y en el cual se ha puesto una antigua estatua yacente que debía haber en el ábside primitivo antes de la reforma de esta parte del templo. Esta estatua, muy obscurecida por el transcurso del tiempo, y muy difícil de ver por la gran altura a que la han colocado, parece ser obra del siglo XIV, y bastante hermosa. Su primera colocación debió ser a poca altura, bajo un arco gótico
siguenza
Sepulcro del cardenal de San Eustaquio en la catedral de Sigüenza
Sepulcro de Gómez Carrillo de Albornoz y su esposa
En el muro de la Epístola de la capilla mayor de la catedral de Sigüenza, y algo más abajo que el sepulcro del cardenal de San Eustaquio, se abren estos otros dos, superpuestos, como las literas de un camarote, y bajo arcos que, indudablemente, no son los primitivos, sino del tiempo de Mendoza, cuando se reformó el presbiterio. Antiguo no quedan más que las dos estatuas y el sarcófago del caballero con su pestaña, que es donde está la inscripción.
Sepulcro de don Fernando de Luján
En la capilla parroquial de San Pedro y encima del arco que da entrada al bautisterio se encuentran empotrados en el muro los restos que hoy quedan del sepulcro de D. Fernando de Luján, obispo de Sigüenza y fundador, por los años de 1450 a 60, de la primitiva capilla del Corpus Christi, emplazada en este mismo sitio que vino a ocupar después la de San Pedro. Estos restos se reducen hoy a la yacente, adosada de canto a la pared, y tres relieves con escenas de la vida de Santa Catalina, colocados encima.
La catedral de Sigüenza: el malogrado «alcázar» del bando republicano (1936)
En octubre de 1936, 500 combatientes y 200 civiles se atrincheraron en la catedral de Sigüenza con el objetivo de resistir el envite de las tropas sublevadas, esperando a que los refuerzos enviados desde Madrid rompiesen el cerco y liberasen a los sitiados, en una analogía de lo sucedido con el alcázar de Toledo una semana antes, esta vez con los milicianos sitiados y los sublevados tratando de rendir la plaza.
Sepulcro de don Fernando de Montemayor
D. Fernando de Montemayor, fundador de la capilla de la Anunciación, hoy de la Concepción, donde está su enterramiento, fue provisor de Sigüenza en 1491, cargo que, según el Sr. Pérez Villamil, había ejercido Cisneros. En 1493 fue promovido al arcedianato de Almazán, siendo, además, del Consejo del Rey y de la General Inquisición, según se lee en dos lápidas que aun existen a ambos costados del arco de ingreso, referentes a la fundación de la capilla y a las indulgencias concedidas por el Papa León X.
Mausoleo de don Fadrique de Portugal
Fue este D. Fadrique un descendiente de las casas reales de Portugal y de Castilla, que primero fue obispo de Calatrava, donde sucedió al cardenal D. Jaime Sierra, pasando en 1508 a la diócesis de Segovia, que ocupó hasta el 20 de enero de 1512, en que fue promovido por Julio II a la de Sigüenza. Aquí permaneció hasta 1532, en que fue nombrado arzobispo de Zaragoza, puesto que desempeñó hasta su muerte, ocurrida en 1539.