Category Archives: Cronicón

[Artículo] Cuba-Filipinas, de Benito Pérez Galdós

No importa que el tabaco cubano sea el más rico, el más delicado, el más aromático del mundo, para que tenga que sufrir en los mercados las desventajas de la competencia con las infinitas hierbas combustibles que se cosechan en distintos países del globo. Así como la alquimia quiere suplantar a la Naturaleza alterando los productos y falsificándolos, llámense vino, azúcar, café o alcohol, también en este ramo del fumar ocurren mixtificaciones tales que dentro de poco han de producir una corrupción general del gusto.

[Artículo] Colonias africanas, Benito Pérez Galdós

La Conferencia de Berlín, convocada por Alemania sobre los asuntos de África, ha despertado entre nosotros algún interés, aunque no tanto como merece. Invitada España a asistir a ella con voz y voto, más nos hemos ocupado de la persona que ha de representarnos que de los delicados puntos que se han de tratar y del criterio que debemos sostener en ella.

[Artículo] Un duelo científico, de Benito Pérez Galdós

El doctor Letamendi, profesor de nuestro Colegio de Medicina de San Carlos, es un sabio de mucho ingenio, hombre dotado de múltiples aptitudes y abrillanta su saber inmenso con los resplandores de una imaginación viva. Todos reconocen en él un teórico de primer orden. Sus lecciones son el encanto de la juventud escolar, porque posee un don de amenidad que es muy raro en las inteligencias que se ejercitan en ahondar los problemas científicos.

[Artículo] Visiones y profecías, de Benito Pérez Galdós

He tenido la suerte de que al inaugurar estas crónicas hayan ocurrido sucesos de tal naturaleza que su significación, por lo encubierta, da lugar a ruidosas disputas y comentarios. Me refiero al viaje a España del Príncipe imperial de Alemania. Alguien ha dicho que desde Carlos V acá no ha pisado las calles de Madrid un personaje de tal magnitud, como representación del principio monárquico y del poder político.

[Artículo] La dimisión de Bismarck, de Benito Pérez Galdós

No se habla de otra cosa. En todos los círculos, desde el más alto al más humilde, este asunto capital ahoga todos los demás asuntos. No se oye más que esta frase: «Ha dimitido Bismarck. ¿Qué pasará en Europa?» Todo el mundo creía, sin duda, que el canciller de hierro es más bien una institución que una persona, y que su posición política al frente del Gobierno de Alemania, y dirigiendo el mecanismo diplomático de toda Europa, no había de concluir sino con su vida. Bismarck es viejo.